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La mayoría de los infartos se pueden prevenir

Mantener hábitos saludables y controlar los factores de riesgo ayuda a proteger tu corazón y prevenir un infarto.
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Redacción Farline
10 octubre 2025

¿Sabías que el 80% del riesgo de infarto se puede eliminar dejando de fumar, con ejercicio físico regular y una dieta sana? Este dato de la Fundación Española del Corazón invita a reflexionar sobre todo lo que podemos hacer para prevenir un infarto, ya que muchos de los factores de riesgo son modificables. 

Cómo prevenir un infarto con hábitos saludables

Alimentación cardiosaludable: la mejor dieta para prevenir un infarto

La alimentación influye directamente en el colesterol, la presión arterial, la glucosa y otros factores que afectan a la salud del corazón. Para prevenir el infarto, incorpora estos pequeños cambios en tu dieta: 

  1. Controla las porciones: evita llenar el plato de más, utiliza platos pequeños y sírvete raciones comedidas de alimentos calóricos. 
  2. Más frutas y verduras: aportan fibra, vitaminas y minerales, además de ayudar a reducir el consumo de alimentos procesados.
  3. Consume granos integrales: pan, pasta, arroz o cereales en su versión integral ayudan a regular el colesterol y la presión arterial.
  4. Reduce las grasas poco saludables: limita la mantequilla, los embutidos y los fritos. En su lugar, utiliza aceite de oliva, aguacate, frutos secos o pescado azul.
  5. Proteínas más ligeras: mejor pollo, pavo, pescado, legumbres o lácteos bajos en grasa que carnes rojas o procesadas.
  6. Menos sal: los precocinados y sopas envasadas suelen tener mucha sal. Para dar sabor a tus platos, sustitúyela por hierbas y especias.
  7. Planifica tus menús: organiza comidas variadas para equilibrar nutrientes y evitar improvisar con opciones poco saludables.

Ejercicio físico recomendado para prevenir infarto

Mantener activa la capacidad aeróbica desde la adolescencia reduce el riesgo cardiovascular y de muerte por enfermedad cardiaca. La Organización Mundial de la Salud recomienda combinar ejercicios continuos (correr, nadar, bici) con actividades intermitentes (deportes de equipo) al menos cinco días a la semana, 30-90 minutos, a intensidad moderada-alta. Complementar esta rutina con ejercicios de fuerza o mixtos ayuda a perder grasa abdominal y mejora el colesterol, favoreciendo un corazón más saludable.

Dejar de fumar: por qué es esencial para prevenir un infarto

Dejar de fumar es clave para proteger el corazón y prevenir un infarto porque el tabaquismo triplica el riesgo de enfermedad coronaria. La nicotina daña las arterias y altera el colesterol, mientras que el monóxido de carbono reduce el oxígeno al corazón y favorece la formación de coágulos. 

Además, dejar el tabaco tiene beneficios casi inmediatos: mejora la respiración, retrasa el envejecimiento, recupera el gusto y el olfato. Dejar de fumar tras un infarto reduce hasta un 50 % el riesgo de reinfarto o muerte súbita, alcanzando la mitad del riesgo en un año.

Mantener un peso saludable y evitar la obesidad abdominal

La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo muy frecuentes en pacientes con enfermedad cardiovascular y aumentan la carga de trabajo del corazón, además de favorecer la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes. Para cuidar tu corazón, incluye en tu alimentación verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, y limita azúcares libres, grasas trans y saturadas, reemplazándolas por grasas saludables de pescado, frutos secos, aguacate o aceite de oliva. 

Presión arterial, colesterol y glucosa: claves para prevenir un infarto

  • Presión arterial: detectar a tiempo la hipertensión puede evitar daños en el corazón y los vasos sanguíneos. Por ello, se recomienda controlar con regularidad la presión arterial, para lo que puedes  elegir el tensiómetro que mejor se adapte a tus necesidades. 
  • Colesterol: mantener el colesterol bajo control protege tu corazón. En la mayoría de los casos es posible hacerlo con una alimentación adecuada y ejercicio físico. 
  • Glucosa sanguínea: vigilar los niveles de azúcar ayuda a prevenir la  diabetes tipo 2 y sus complicaciones cardiovasculares. Si tienes sobrepeso o antecedentes familiares de diabetes, habla con tu médico para que te ayude a prevenirla. 

Estrés y descanso: su papel en la prevención del infarto

Dormir lo suficiente y controlar el estrés son dos medidas fundamentales para prevenir un infarto. La mayoría de los adultos necesita al menos siete horas de sueño cada noche. Mantener un horario fijo para ir a dormir y un dormitorio oscuro y silencioso, pueden ser de gran ayuda para mejorar la calidad del descanso. 

El estrés continuado, por su parte, puede elevar la presión arterial y fomentar hábitos poco saludables, como comer en exceso, fumar o beber. Para controlarlo se recomienda hacer ejercicio y actividades como la meditación y el mindfulness.

Síntomas de un infarto: señales de alerta que debes conocer

Reconocer los  síntomas de un infarto a tiempo permite actuar rápido y mejorar las posibilidades de recuperación.

  • Dolor torácico: opresión en el centro o lado izquierdo del pecho, descrita como “una losa” que aplasta, ardor o sensación de plenitud. Puede durar varios minutos o reaparecer intermitentemente.
  • Zonas de irradiación: el dolor puede extenderse a brazos, mandíbula, boca del estómago, espalda, omóplatos o incluso lóbulos de las orejas.
  • Dolor en la boca del estómago: especialmente en diabéticos, mujeres y personas mayores; se percibe como nudo o plenitud, a veces aliviado con eructos.
  • Dificultad para respirar: sensación de falta de aire incluso en reposo. En infartos extensos puede aparecer insuficiencia cardiaca y congestión pulmonar.
  • Otros síntomas de un infarto: sudoración fría, malestar intenso, náuseas, vómitos, pulso lento. Los infartos pueden ser “silentes” en aproximadamente una cuarta parte de los casos.
  • Parada cardiaca: la primera hora tras el infarto es crítica por riesgo de arritmias graves. Actuar con rapidez es vital para reducir la mortalidad.

Qué hacer si sospechas que estás teniendo un infarto

  • Mantén la calma: controlar el estrés y la ansiedad ayuda a no aumentar la frecuencia cardiaca ni la tensión arterial.
  • Pide ayuda de inmediato: llama al 112 sin demora; los servicios de emergencias llegarán rápidamente, evaluarán tu estado y podrán iniciar el tratamiento adecuado.
  • Busca compañía: evita estar solo hasta que llegue la asistencia. No conduzcas, y si es necesario acudir al hospital, que lo haga otra persona.
  • No tomes medicamentos por tu cuenta: espera a ser valorado por el médico antes de tomar aspirina u otros fármacos, ya que el tratamiento depende de cada caso.

Fuente:

  • Prevenir infartos. Fundación Española del Corazón.
  • Dieta saludable para el corazón. Clínica Mayo.
  • Tabaco. Fundación Española del Corazón.
  • Por qué la obesidad es enemiga de tu corazón. Fundación Española del Corazón. 
  • Estrategias para prevenir enfermedades del corazón. Clínica Mayo. 
  • Ejercicio físico y salud cardiovascular. Fundación Española del Corazón. 

Validado por Cristina López,
Licenciada en Farmacia y directora técnica Laboratorios Farline

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