¡¡Por fin los niños vuelven al cole!! Aunque este año
es muy diferente, y los padres tendremos que concienciarles
de extremar las medidas de prevención que ya conocemos
frente al coronavirus: uso de mascarillas para los mayores
de 6 años, mucha limpieza e higiene de manos, mantener la distancia
mínima…
Aun así, por mucho que lo intentemos, mantener la
distancia social entre los niños, especialmente los más pequeños, es
muy difícil. Por su forma de relacionarse y desarrollarse, juegan
juntos, se abrazan y están en contacto unos con otros. Esto, por
supuesto, favorece el contagio, no sólo de virus, sino de otros viejos
conocidos: Los piojos.
Si no quieres tener
estos pequeños parásitos por las cabezas de tus
hijos, revisa sus cabezas frecuentemente, al menos cada
semana, y cada día en el caso de existir algún brote en el
colegio/guardería, con la ayuda de una lendrera. Es el método más
natural, ecológico y eficaz para la detección de los piojos. Al ser un
método mecánico, sin productos químicos, es ideal para cualquier niño,
incluso los que presentan alguna alergia.
Estos peines, se
caracterizan por tener las púas muy cerradas, de forma que al pasarlas
entre los cabellos, retienen cualquier piojo o liendre que hubiera.
Escoge una lendrera de púas largas, y redondeadas, para respetar la
dirección de crecimiento del cabello, sin afectar su textura. Y con
una disposición curvada del borde, para asegurar la precisión y
suavidad del peine, respetando la curva del mechón. Si además la
lendrera incorpora una lupa, te ayudará a identificarlo, si encuentras
algún visitante no deseado.
El modo correcto de revisar el
cabello con la lendrera es, sobre el cabello seco y desenredado,
peinando poco a poco, y mechón a mechón, el cabello desde la raíz a
las puntas. Presta especial atención a las zonas de concentración de
los piojos y liendres, es decir, detrás de las orejas y la nuca.
Te deseamos un feliz curso, lleno de salud y libre de
cualquier virus, patógeno o parásito.
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