¿Tienes dificultad para respirar, incluso te llega a doler la
cabeza, estornudas… y no puedes dormir por tener taponada la
nariz?…. Estás sufriendo congestión nasal.
Este incómodo proceso, puede darse por distintas causas, desde un
resfriado, gripe, a una alergia. Pero en todos ellos se produce
cuando los vasos sanguíneos de la mucosa se dilatan e
inflaman, estrechando los conductos nasales, produciendo más
mucosidad, y dificultando la respiración.
Pero tan variadas como pueden ser las causas de la congestión
nasal, pueden ser las soluciones que encontremos en nuestra farmacia.
Y cada una de ellas va a adaptarse a la persona que sufre la
congestión nasal, o el grado de esta. Así podemos aplicar:
Lavados nasales con suero fisiológico, en monodosis, y esteril. Al
presentarse el suero en monodosis es higiénico y permite facilidad y
seguridad en su empleo. Puede utilizarse en lactantes, niños y
adultos, y además de para lavados nasales nos servirá para higiene
ocular, auricular, lavado de heridas, e inhalación en aroterapias.
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Higiene con soluciones de agua de mar isotónica, para
lavado. Va a permitir la correcta limpieza de las fosas
nasales. Humedece la mucosa, y fluidifica el moco que la recubre, lo
que permite evacuar la mucosidad acumulada y facilitar el buen
funcionamiento de los cilios nasales.
- O solución de mar hipertónica, que además de
lavar, tendrá una acción descongestión nasal. Va más allá, pues
además de limpiar, al tener una mayor concentración de sales (2,2%)
en contacto con la mucosa provoca de manera natural una acción
descongestionante. Está recomendado especialmente en el caso de
nariz taponada por el resfriado.
- A soluciones medicamentosas como descongestivos
adrenérgicos, como la Oximetazolina en spray. Actúan por
constricción de los vasos sanguíneos situados en el revestimiento
interior de la nariz. Alivian el taponamiento, pero no es
recomendable emplearlo más de tres días seguidos, pues pueden causas
efecto rebote, es decir, el efecto contrario, que empeorarían la
congestión. Recurriremos a ella en casos más graves, leyendo
atentamente el prospecto y siguiendo las indicaciones.
Una buena higiene de la nariz favorece la protección de la mucosa
nasal contra las agresiones exteriores (frío, alérgenos, atmósferas
secas, contaminación, etc) y ayuda a garantizarla función respiratoria.
Para disminuir la congestión nasal, y respirar mejor,
también es recomendable:
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Beber abundante líquido, para mantener la hidratación.
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No fumar, ni permanecer en ambientes con humo.
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Evitar la sequedad ambiental, muchas veces producida por las
calefacciones, gracias al empleo de humidificadores.
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Dormir con la cabeza algo elevada respecto a la horizontal,
gracias a cojines o almohadas.