El cabello, al igual que la piel, está cubierto por una capa de
lípidos, que protege la fibra de queratina que lo constituye, y la
mantiene hidratada. Pero en verano, cuando estamos expuestos por más
tiempo a los rayos ultravioletas, a la sal del mar o cloro de las
piscinas, a la sequedad ambiental… es fácil que esta capa se debilite,
y con ello nuestro cabello, que al estar deshidratado, se ve más
áspero, quebradizo, y pierde su elasticidad natural.
Además en el caso de cabellos decolorados o con tinte, este daño es
mayor, ya que estos tratamientos alteran la estructura del cabello y
lo debilitan.
Para evitarlo, podemos seguir algunos consejos como:
- Proteger nuestro cabello con sombrero cada vez que estemos al sol.
- Quitar siempre los restos de sal o cloro, aclarando bien el cabello.
- Procurar no teñir el cabello antes del verano.
- Aplicar 2 días a la semana mascarilla capilar reparadora.
La mascarilla capilar reparadora va a ayudar a nutrir, reparar e
hidratar el cabello, de la raíz a las puntas. La frecuencia con la que
aplicar la mascarilla capilar va a depender del tipo y estado del
cabello. Así, si encuentras que tu melena está muy seca y dañada, como
seguramente lo estará después del verano, te recomendamos que apliques
la mascarilla capilar cada 2- 3 días. Pero si se encuentra en buen
estado, con aplicarla una vez a la semana, será suficiente. Para
cabellos finos o grasos, aplicar la mascarilla cada 15 días será suficiente.
La nueva Mascarilla Reparadora Farline, con Manteca de karité y
Monoi, va a ayudar recuperar especialmente a los cabellos muy secos,
débiles o dañados.