Las manchas en la piel son muchas veces más temidas que las arrugas
o la flacidez, pues son uno de los signos que más nos hacen tener una
apariencia envejecida.
Existen distintos tipos de manchas cutáneas: las manchas propias de
la edad, las producidas por el sol, las que tienen un origen hormonal
como en el caso del cloasma en el embarazo, aquellas que pueden quedar
tras cicatrices como las causadas por el acné, o debidas al uso de
ciertos medicamentos. En todos los casos, existe una
producción alterada de melatonina.
Sea cual sea la causa, si quieres luchar contra ellas, tienes
grandes aliados:
1. Prevención: dado que los rayos ultravioletas son
los principales causantes de la aparición de manchas, entre otros
signos de envejecimiento, lo primero que debemos hacer es limitar
nuestra exposición, y usar cosméticos con alta protección solar y
amplio espectro, a diario, y no sólo en verano.
2. Antes del Tratamiento. Puede ser muy recomendable
realizar una limpieza profunda de la piel, incluso un ligero peeling,
para favorecer la retirada de las células muertas de las capas
superficiales de la piel, y mejorar la penetración de los activos que
apliquemos posteriormente. El Gel limpiador Farline, por su contenido
en ácido salicílico y extracto de pomelo, va a realizar a la
perfección esta acción.
3. Tratamiento: Elige un serum antimanchas. Frente a
una crema, los serum presenta una mayor concentración de activos, que
penetran rápidamente en las capas más profundas de la piel, donde van
a ejercer su acción.
El Serum anti-manchas Farline contiene activos que van
actuar a varios niveles dentro de la producción alterada de
melanina: reducen el estrés oxidativo, bloquean la formación de
melanina, y frenan la difusión de la misma desde el melanocito a la
epidermis. Es un tratamiento potenciador de máxima eficacia,
que va a despertar la luminosidad y juventud de la piel. Mejora el
tono de la piel y previene la aparición de nuevas manchas.