Es un gesto de hacemos de forma habitual, rutinaria, y sin darle
importancia… pero ¿conoces todos los beneficios que nos aporta este
sencillo acto?
Las manos nos transmiten no sólo múltiples sensaciones: el calor y
la suavidad de una caricia, la alegría de un plauso… si no también…
miles y miles de gérmenes que nos rodean…
Como ejemplo, se estima que las infecciones respiratorias se
transmiten más por el contacto de manos que por vía aérea. De ahí que
de cara a este invierno, para prevenir gripes y resfriados, una buena
recomendación es lavar frecuentemente las manos, especialmente:
- cuando llegas a casa, después de haber estado en el transporte
público, manipulando el carro de la compra, en sitios concurridos, etc…
- antes de manipular alimentos
- después de tocar a una mascota
- antes y después de ir al baño
- y siempre, siempre, si vas a estar en contacto con niños,
enfermos, o personas con el sistema inmunitario debilitado.
Elige un jabón que no sea agresivo con tu piel, y que te sea lo más
agradable posible… pues lo vas a utilizar mucho. Y lo más importante,
realiza el lavado de manos de una forma concienzuda, frotando palma y
dedos al menos durante 15 segundos, usar una cantidad adecuada de
jabón y abundante agua, secarse con toallas desechables usando esta
para cerrar la llave y evitar el agua excesivamente caliente.
Descubre, los nuevos jabones de manos en espuma Farline. Su
delicado olor a vainilla o frutos del bosque, junto con su suave
espuma van a hacer que sea un placer cada vez que te laves las manos.