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DEPORTE: 10, LESIONES: 0.

 

Si eres de una de esas personas que, tras el periodo de confinamiento, te has animado a hacer deporte, ya sea correr, marcha, o montar en bicicleta (lo que sea dada la situación), ¡enhorabuena!, pues tu salud te lo agradecerá. No lo dejes, e incorpóralo a tu nueva rutina de vida.

Pero si quieres mantener las lesiones a cero, o minimizarlas en caso de que ocurran, ten en cuenta:

  • Realiza siempre un entrenamiento progresivo, con menor exigencia los primeros días, que puedes incrementar poco a poco. Antes de comenzar el entrenamiento, realiza un calentamiento previo, y al terminar, realiza estiramientos suaves de los principales grupos musculares que más han trabajado.
  • Hidratación. Para que el cuerpo, en especial la musculatura responda de forma adecuada, debe estar hidratada. Por tanto, bebe abundante agua a lo largo del día, y en especial después del ejercicio, sobre todo si este es intenso, o la temperatura es alta.
  • Ortesis de sujeción. Si has tenido en el pasado lesiones recurrentes en alguna articulación (como esquinces de rodilla, tobillo, etc), el empleo de órtesis que mejoren la sujeción, sin limitar el movimiento, a la vez que aportan calor a la zona para preparar la musculatura, te puede ayudar a minimizar el riesgo de nuevas lesiones.
  • Si vas a practicar carrera, o cualquier otro ejercicio en el que puedas sufrir fricción continua en algún área, aplica Vaselina antirozaduras, enriquecía con aceites esenciales en las zonas afectadas. La forma más sencilla y eficaz de proteger tu piel.
  • Geles de Preparación muscular, aplicados junto con el masaje deportivo ayudarán a recuperar tus músculos tras el esfuerzo.

Si hemos llegado demasiado tarde, y has sufrido alguna lesión, recuerda: puedes aplicar frío para alivia la sensación de dolor y reducir la inflamación. Por eso es recomendable en el caso de contusiones, después de una caída o golpe en general. En caso de lesiones recientes. Se recomienda aplicarlo

Sin embargo, el calor está recomendado en el caso de dolores musculares o articulares en los que no existe inflamación, por ejemplo en el caso de contracturas, ya que ayuda a relajar y regenerar el músculo.

En ambos casos, se aplicará en periodos cortos, entre 15 – 20 minutos, cada dos horas como máximo. Y evitando aplicar el frío o el calor directamente sobre la piel.

Ten en casa siempre a mano una bolsa de gel frío-calor, como un básico de tu botiquín. Consulta a tu farmacéutico.

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