¿No sería un sueño poder cuidarnos mientras dormimos, sin ningún
esfuerzo? Pues está en tu mano hacerlo. Las horas de sueño son
fundamentales para la reparación y recuperación de nuestro cuerpo. Por
eso, no las descuides, y sácales el máximo partido.
Aquí tienes algunos trucos para cuidarte mientras sueñas:
- Cuida el ambiente de la habitación donde duermes con un
humidificador de vapor frío. Un entorno libre de ruidos, en
oscuridad y a una temperatura entre 18-20°C te ayudará a descansar.
Pero además, un nivel adecuado de humedad, de entre el 40-60%,
mejorará tu respiración, y evitará que tu piel se deshidrate y reseque
mientras duermes.
- Aplica una crema facial de noche. Cuando
duermes, tu piel se recupera de los daños sufridos durante el día,
está en fase de restauración y reparación, y es más receptiva. Pero
también es más propensa a la deshidratación. Las cremas de noche están
formuladas para ayudarla, aportando elementos regeneradores, y siendo
más nutritivas.
- Crema pies: la noche puede ser un buen momento para
sacarle el máximo partido. Aplícala con un masaje que
relaje tus pies, ponte unos calcetines de algodón suaves, y a dormir…
a la mañana siguiente podrás lucir unos pies hidratados y descansados.
- Bálsamo labial reparador: si lo aplicas antes de
acostarte, permanecerá más tiempo actuando, pues no hablas, comes o
gesticulas, por lo que mantendrá la hidratación natural de tus labios
por más tiempo, mientras ayuda a su reparación celular. Te levantarás
con unos labios suaves e hidratados.
Pero si lo que te ocurre es que conciliar el sueño se convierte
para ti en una auténtica pesadilla, la melatonina puede ser tu
solución. Esta hormona regula el ritmo de circadiano, y la
calidad del sueño de forma natural en nuestro organismo, en función de
los estímulos lumínicos. Puedes encontrarla en forma de
complementos alimenticios, acompañada de plantas como la pasiflora o
la melisa, que también contribuyen a cuidar la calidad de tus horas
de sueño.