Cuidar y mantener la hidratación de la piel es importante para todos, no sólo por sentirnos confortables con nuestro cuerpo, sino también para evitar lesiones cutáneas y posibles complicaciones posteriores. Pero en el caso de personas con diabetes este cuidado es fundamental, dado que es más fácil que se vean afectados por algunas infecciones bacterianas o fúngicas.

 

Si eres diabético, o tienes a tu cargo a alguna persona con diabetes, deberás extremar el cuidado en el momento del aseo:

 

- Realiza el baño siempre con agua tibia, para evitar que la piel se reseque en exceso.

- Seca la piel con toques suaves, con una toalla de algodón, poniendo especial atención en secar completamente algunas zonas con pliegues como ingles, axilas o área entre los dedos.

- Aplica a diario una loción hidratante. En las zonas que presenten una mayor sequedad, la loción con urea al 10% como humectante hidratará, nutrirá y reforzará la barrera cutánea.   

- Corta las uñas con sumo cuidado para evitar heridas, y siempre rectas. 

- Revisa el estado de tus pies después de cada baño. 

- Utiliza calzado cómodo, amplio que no cause rozaduras en ningún sitio. Así como calcetines que también eviten opresión excesiva o rozaduras.

- Y por supuesto, procura llevar un correcto control glucémico y nutricional.

 

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