En los últimos tiempos, si hay un activo de moda, que aparece
desde cremas a complementos alimenticios, es el ácido
hialurónico. Pero, ¿qué es esta molécula? ¿está realmente
justificada tanta fama?
Aunque pudiera parecer fruto de investigación en laboratorio, lo
cierto es que el ácido hialurónico, forma parte natural de nuestro
organismo, formando parte de diferentes tejidos como la piel,
cartílago, vasos sanguíneos, cuerpo vítreo del ojo…
A nivel de la piel se encuentra el 56% del ácido hialurónico
corporal, donde contribuye a su hidratación, ya que su
principal característica es que tiene una enorme capacidad de retener
agua. Así, aplicado en cremas en un potente agente hidratante. Se
emplea para hidratar la epidermis, ya que ayuda a reconstruir y dar
soporte a las fibras que sostienen la piel. Si el ácido hialurónico
empleado es de bajo peso molecular, su capacidad para penetrar en
capas profundas de la piel será mayor.
Además, estimula la producción de colágeno por parte de la dermis, al
mantener las células correctamente hidratadas. Esto hace que sea
realmente un activo muy potente frente a los signos de envejecimiento,
mejorando el aspecto de las pieles más maduras, en la que la pérdida
de producción de hialurónico y colágeno, propia de la edad, se asocia
a una pérdida de volumen y firmeza.
A nivel de las
articulaciones, actúa como lubricante para los movimientos, absorbe y
guarda el líquido. Así como a nivel ocular, donde también lubrica e hidrata.
Es por tanto gracias a estas propiedades y características que
encontremos el ácido hialurónico tanto en cremas, soluciones, o complementos.