Los tapones de oído son dispositivos de protección, y en función del uso que le quieras dar, y tus propias preferencias puedes elegir uno u otro.
Para la disminución del ruido ambiental, ya sea por un entorno de trabajo muy ruidoso, como doméstico, por ejemplo a la hora de conciliar el sueño junto a un roncador, o favorecer la concentración en el caso de estudiantes, etc.. lo normal es elegir tapones auditivos de espuma o espuma de poliuretano.

Elije los tapones de espuma de poliuretano si realmente vas a necesitar el máximo silencio, ya que bloquean el ruido hasta 33 dB.  Son los típicos tapones que verás en los estuches de los estudiantes de biblioteca. Estos tapones se pueden reutilizar, pero siempre que se mantengan limpios y en buenas condiciones. En caso contrario, deberían desecharse para evitar infecciones o problemas en el canal auditivo.

Si por el contrario, ahora que estamos en verano, puede que tu preocupación sea evitar la otitis de piscina. Esta patología, provoca un dolor agudo y la inflamación del conducto auditivo externo, y  afecta tanto a niños como a mayores. Se debe a la alteración de las bacterias y hongos que habitan en el oído, debido a la humedad excesiva, que deriva en cambios de pH.

Para evitarla, no te bañes en aguas contaminadas o de calidad desconocida, seca muy bien los oídos después de cada baño, y recurre a tapones si eres de esas personas con tendencia a sufrir infecciones repetidas. Estos serán preferentemente de silicona, que al introducirse en el canal auditivo, lo aíslan completamente del agua.

También podrían ser tapones de cera moldeables, que aíslan tanto del agua como del ruido.
Ante cualquier duda, consulta a tu farmacéutico.