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¿Qué protección solar elijo?

Con el verano llega el momento de exponer mucho más nuestra piel al sol, y es el momento de  adquirir nuestro protector solar. Pero, ¿cuál elegir? ¿son todos iguales? ¿sabemos realmente cual es el que nos conviene?


Más allá de dejarnos llevar por marcas, o diseños atractivos, lo primero que debemos hacer es saber interpretar el etiquetado de los solares. En todos los solares debemos encontrar tanto el nivel de protección (baja, media, alta o muy alta), como el Factor de Protección Solar (SPF). Este último hace referencia a la protección frente a los rayos ultravioleta B, causantes del eritema y quemadura solar, y nos da idea del tiempo que podremos permanecer expuestos al sol sin riesgo de quemarnos. Un factor de protección 30, no quiere decir que puedes estar 30 minutos al sol sin quemarte, sino que multiplica por 30 el tiempo en que de forma natural comenzarías a sufrir eritema sin protector solar.
También nos debemos fijar que el protector solar ofrezca protección frente a los rayos UVA, responsables de los daños a largo plazo, como el envejecimiento y el cáncer cutáneo. Busca el símbolo UVA en el etiquetado.


Aunque el factor de protección a elegir puede variar en función de nuestro fototipo, lo cierto es que los dermatólogos recomiendan siempre protección de SPF 30 como mínimo, y mejor de SPF 50+.


En el mercado encontramos protectores solares de distintas texturas y presentaciones: cremas, lociones, spray, geles, aceites. Escoge aquel mejor se adapte a tu tipo de piel, zona de aplicación, y estilo de vida. Así, si necesitas protección en el rostro, y además quieres ir maquilada, tienes protectores solares con color, que dejan un tono uniforme y satinado, a la vez que protegen. Si tienes la piel grasa, o con tendencia acneíca, escoge cremas ligera, y libre de grasa. Y para el cuerpo, si no te gusta la sensación de untuosidad de una crema, y quieres una aplicación rápida y ligera, escoge los aceites en spray de tacto seco, que se pueden aplicar incluso sobre piel mojada.


No seas gamba, y elige aquel con el que te sientas más cómod@, pues será el que más usarás, y por tanto, el único que te va a proteger. Y recuerda reaplicar frecuentemente, cada 2 horas, y siempre después de cada baño… aunque sea un protector resistente al agua.
Pide consejo a tu farmacéutico sobre el solar que más te conviene. Es el profesional que mejor te podrá aconsejar, no sólo sobre los productos, sino sobre protección solar en general, y las recomendaciones a tener en cuenta en verano.  Existen numerosos fármacos y productos que pueden producir reacciones fotoalergias o fototóxicas. Conociéndolas podremos tomar las medidas oportunas para evitarlo.

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