Este verano, seguro que estás más deseoso que nunca de disfrutar de
los espacios abiertos, del aire, el sol y la playa. ¡¡pero
cuidado!! No olvides tu protección solar, si no
quieres parecer como una gamba este verano. Y no sólo por estética… tu
salud se juega mucho.
El enrojecimiento, incluso las quemaduras cutáneas, son los primeros
signos del daño que el sol puede causar en nuestra piel sino empleamos
protección solar. Pero además, las radiaciones solares, también causan
la aparición de manchas, envejecimiento prematuro, e incluso cáncer a
largo plazo. Por eso, no es ninguna broma la elección y el uso de una
protección solar adecuada, desde las primeras exposiciones al sol. No
esperes al momento de ir a la playa o la piscina para proteger tu piel.
Y una buena protección solar incluye:
- Cubrir la cabeza con un sombrero o gorro
- Usar gafas de sol homologadas con filtro UV categoría 3.
- Utiliza sombrillas para permanecer a la sombra.
- Cubrirnos el cuerpo con ropa, especialmente los niños o
personas con piel sensible.
- Y por supuesto, un protector con factor de protección solar
(SPF) al menos de 30 o 50+.
Tan importante como elegir un buen fotoprotector, es aplicarlo
correctamente y en la cantidad adecuada:
- Aplica mínimo la cantidad de fotoprotector equivalente a 4
cucharadas soperas para el cuerpo, y el equivalente a una
cucharada de café para el rostro.
- Aplica el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de
exponerte al sol.
- No olvides esas partes del cuerpo como orejas, empeine del
pie, dorso de la mano, axilas…
- Reaplica el protector solar cada dos horas, o después de
cada baño.
En caso de duda, consulta con tu farmacéutico. ¡Protégete, y disfruta
del verano!