Generalmente, la diferencia entre uno y otro radica en el hecho de
que las cremas hidratantes están formuladas para mejorar la
hidratación de la piel, mientras que el aftersun, además, incorpora
agentes calmantes y regeneradores, y son fórmulas más ligeras para
aplicar sobre una piel castigada por el sol.
Por que cuando exponemos nuestra piel al sol, está siendo agredida,
y la radiación ultravioleta puede llegar a causar daños en nuestro
ADN, hecho contra el cual lucha nuestro cuerpo de forma constante. El
aplicar aftersun después de la exposición solar puede potenciar la
reparación del ADN hasta en un 90%.
Sin embargo, existen otras formulaciones, como el bodygel de aloe
vera, que por su formulación en gel (siempre que no contenga alcohol),
y su alto contenido en aloe vera con propiedades regenerantes y
calmantes para la piel, también podrían estar indicados para cuidar la
piel después de la exposición solar. Por tanto, lo realmente
importante, es aplicar ese producto, ya sea aftersun, hidratante, o
bodygel de aloe, que hidrate, calme y ayude a nuestra piel.
Pero antes de llegar a este punto, debemos recordar:
- Exponernos al sol lo menos posible, y siempre evitar las horas
centrales del día.
- Usar protección solar. Y recuerda que más importante que el factor
de protección (que siempre es recomendable que sea 50+), es el hecho
de aplicar el protector solar un tiempo antes de la exposición al sol,
en la cantidad adecuada, y repetir esta aplicación frecuentemente.
- Complementa la protección solar tópica con otras medidas de
protección físicas, como sombrillas, gorros, ropa, gafas de sol, etc.
- Bebe abundante agua, infusiones, zumos, etc. y lleva una
alimentación rica en frutas y verduras, aporte de vitaminas y antioxidantes.